1. Psicología y espiritualidad en tiempos de confinamiento

En el momento de escribir estas palabras me encuentro, como muchos otros, recluido en mi casa ya por cuarto día. Sigo atendiendo algunos clientes por videoconferencia, pero lo cierto es que me ha quedado mucho tiempo libre mientras espero (mientras esperamos) a que pase de largo esta moderna peste. Y cuando lo describo, me parece que no pueda ser cierto, que se trate de una película o de una historia inventada.
Todos necesitamos adaptarnos a esta situación, no nos queda otra alternativa. Quizá sea el momento adecuado para tratar de hacer algo nuevo, algo diferente… Esto que está pasando no deja de ser una oportunidad pero, ¿en que consiste esta oportunidad?
- La necesidad de confinarnos nos invita a la interioridad, a relacionarnos con los más cercanos, a reducir la actividad;
- por otra parte, la realidad de la enfermedad y de la gente que está muriendo nos enfrenta a nuestra propia fragilidad y, con ello, a nuestra interdependencia, y puede invitar a que renazcan en nosotros sentimientos como la compasión por nosotros mismos y por los demás.
- A demás, nos enfrentamos al acontecimiento más global de la historia de la humanidad: había habido otras pandemias, pero no en un mundo tan globalizado e interconectado como el actual.
Con estas características, la situación actual podría ser vivida por muchas personas como una invitación a adentrarse en la dimensión espiritual; sin embargo, los mismos factores que potencialmente nos pueden abrir a la espiritualidad pueden ser fuente de malestar psicológico, ya que se trata de aspectos de la experiencia que habitualmente tratamos de evitar. Y ahí es justamente (aunque quizá no sólo ahí) es dónde se produce el encuentro entre espiritualidad y psicología.
Aquí la psicología es, más que nunca, conocimiento de uno mismo y de los demás, mientras que la espiritualidad es… ¿Qué es la espiritualidad?
Ni en este ni en los próximos textos vamos a encerrar la espiritualidad en una definición. Pero es ahí, a ese punto de encuentro entre psicología y espiritualidad, a donde nos dirigiremos en los próximos días.
O por lo menos eso es lo que creo, porque la verdad es que espero sorprenderme. No soy ningún erudito y en absoluto lo que pretende es sentar cátedra, solo compartir algunas ideas y observaciones y, con un poco de suerte, descubrir alguna cosa que aun no sé (lo cual no es muy difícil). Eso y compartir algo de música o alguna lectura en estos días de confinamiento. Es más, voy a tratar de hacerlo, cada día una película, algo de música y una lectura o quizá algún video interesante por si queremos “aprovechar” el confinamiento.
Música
Craig Prues: Om Mani Padme Hum
Lectura
“Hay que aceptarse como uno está, en su nivel propio, bajo cualquier circunstancia en
que se encuentre, porque sobre todo reina una ley de interacción y armonía que da
unidad y destino al universo y a todo lo que en él hay.
Bajo tal ley nos unimos y nos separamos, bajo tal ley se quiebran y se rehacen los
vínculos particulares dando paso a nuevos sentimientos, ideas, actitudes y
posibilidades.”