3. El continuo de atención como práctica

El continuo de atención es una técnica terapéutica propia de la terapia Gestalt que a su vez puede funcionar como práctica meditativa. Consiste simplemente en poner atención de manera continua y intencional a los diferentes aspectos y escenarios en que toma forma nuestra consciencia en el aquí y ahora:
- El mundo exterior, el que queda más allá de mi piel, que está habitado por los objetos y criaturas del mundo, con los que me relaciono, todo aquello que puedo tocar, ver, oler, escuchar…
- El mundo de adentro, mi cuerpo con sus sensaciones, con su placer y su dolor, y sus emociones, y sus ansiedades y sus miedos.
- El mundo de la fantasía, del pensamiento y de los recuerdos, todo aquello que habita en mi mente, todo lo que calculo e imagino.
- …
El objetivo del continuo de atención no es otro que darse cuenta: pongo atención porque me quiero dar cuenta. Y eso es algo más que podemos decir de la espiritualidad, añadiéndolo a lo ya dicho: que la espiritualidad se quiere dar cuenta, no quiere ser ignorante. La espiritualidad quiere participar de la sabiduría, y por eso pone atención a lo que ocurre.
Para empezar a practicar el continuo de atención es bueno buscar la quietud: sentarse con la espalda recta, quizá algo de música tranquila y poner atención a la respiración. Sentir como se mueve el pecho, como se mueve la barriga, darnos cuenta de como pasa el aire a través de la nariz o de la boca; dedicar unos minutos a sentir como es respirar. Posteriormente nos iremos dando cuenta de otras sensaciones corporales, de cosas que ocurren a nuestro alrededor, de sentimientos y emociones, de pensamientos, e iremos incluyendo así los diferentes escenarios de nuestra consciencia. Pero eso ya llegará: de entrada no hay ninguna prisa, y nos podemos quedar sintiendo la respiración tanto tiempo como queramos o podamos.
Al terminar, es bueno hacer un poquito de examen de consciencia, darnos cuenta de como han cambiado nuestras sensaciones, sentimientos o pensamientos desde que hemos empezado, y darnos las gracias, por habernos dedicado este ratito.
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